Por la màgina ruta 40

06/03 Ese mañana dejamos San M. de los Andes para seguir viaje más al Sur… antes intentamos llegar a la frontera de Chile, pero bueno, todo quedó en el intento ya que no teníamos los papeles para pasar la aduana… nos faltaba un papel en donde el propietario de la camioneta nos daba el permiso para salir del país,… igual hicimos el intento en donde creo que el recuerdo del gendarme Argentino es inolvidable… el trato de ese hombre fue un momento muy autoritario preguntando con un “tono especial” una serie de preguntas como si fueramos prófugos de algo… y diciéndome si yo era la guia de los “extranjeros”… después de todo, quedó como un recuerdo gracioso por parte de él… y por la odisea de perder un poco de tiempo por que el camino era bastante ripioso y complicado… pero bueno no perdimos nada. Y al menos vimos el Parque Nacional Lanín y al Volcán que lleva su nombre… que en el vocablo mapuche significa “roca muerta”

Nuevamente pasamos por Bariloche y desde ahí tomamos la ruta 40… la mágica y misterios ruta 40 encierra sorpresas a cada paso, en donde en cada curva uno se encuentra con paisajes deslumbrantes. INFO EXTRA: va desde Cabo Vírgenes, en el sur de todo, hasta La Quiaca, en Jujuy. Trepa desde el nivel del mar hasta los 4.895 metros de altura —en Abra del Acay, Salta—, atraviesa 236 puentes, cruza 18 ríos importantes, bordea 13 grandes lagos y salares, da acceso a 20 reservas y parques nacionales, y conecta con 27 pasos cordilleranos. El camino es bastante sinuoso, une once provincias de tres regiones del país: Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Neuquén en la Patagonia; Mendoza, San Juan y La Rioja en Cuyo; y Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy en el Noroeste.El mayor atractivo está, claro, en su fabulosa diversidad de paisajes, historias y culturas. Recorrerla es un recuerdo o mejor dicho un sentimiento único e inolvidable el recorrido más interesante en donde uno como Argentino se da cuenta de todo lo que en nuestra tierra puede brindar nuestra vista: mesetas, pueblos, llanuras, valles, montañas.
Eso sí hay que ir con un buen vehículo y con mucha paciencia, sin apuro y disfrutando el paisaje … más allá de que la mitad de la ruta es ripio, todo el paisaje es muy hermoso he inigualable.

Pasamos por el pueblo “El Bolsón” un pueblo muy chiquito y como en la mayoria de los pueblos de los laterales de la ruta 40 sin nada de modernismos ni nada de tecnologias o desarrollos a la simple vista.
Siguiendo sin parar llegamos a CHUBUT… más precisamente a ESQUEL… llegamos casi de noche, muy cansados en búsqueda de un lugar para descansar, menos mal que en la guia que llevaba Carsten se mencionaban dos lugares donde alojarnos… la verdad en Esquel no parecía haber mucho… pero bueno, como yo llevé mi celular… las comunicaciones ayudaron a que a penas llegabamos a un lugar ya sabíamos donde ibamos a ir a parar por un merecido descanso. Nos alojamos en el Cisne Albergue… erán unos departamentos bastantes cómodos… pero como la mayoría de los lugares donde paramos lo importante era una buena cama, un buen baño y listo… ese día sentí el verdadero viento… el viento del Sur se hizo sentir esa noche… muy frío y con mucha intensidad. Luego de acomodarnos en el alojamiento nos fuimos inmediatamente a cenar … estabamos muertos de hambres… fuimos a un lugar muy cálido y sobre todo muy local… comimos variedad de pizzas… y después todos a descansar.